Trekking
TREKKING
Explorar el paisaje, junto al encanto y autenticidad de sus comunidades, se ha vuelto muy popular entre los viajeros que eligen Myanmar como su próximo destino. Dormir en templos budistas, caminar entre montañas, platicar y comer con los nativos es una de las experiencias que este país ofrece desde hace un par de años y que poco a poco son más los aventureros que se animan a hacerlo en su viaje.
¿DÓNDE CONTRATAR EL TOUR?
Existen dos o tres compañías que ofrecen la caminata, yo elegí Sam trekking por la facilidad de poder comunicarme con ellos vía mail desde mi país y organizarlo todo desde antes. Las opciones que ofrecen son de 1 noche 2 días o 2 noches y 3 días. La diferencia, aparte del precio, son las comunidades que visitan en el camino.
Precio:
- 1 noche – 2 días: en grupo de 5 personas, $25 USD. Si no estás dispuesto a compartir con más gente el viaje, el costo es de $45 USD para dos personas.
- 2 noches – 3 días: en grupo de 5 personas, $45 USD. Costo para dos personas $55 USD.
¿QUÉ INCLUYE?
- Guía
- Comidas
- Hospedaje
- Transporte de tu equipaje a tu alojamiento en Lago Inle
- Bote para llegar a Lago Inle
¿QUÉ NO INCLUYE?
- Agua
- Boleto de entrada a Lago Inle $10 USD
¿QUÉ LLEVAR EN TU MOCHILA?
- Impermeable
- Bloqueador
- Repelente
- Toalla
- Ropa para frío
- Agua (podrás comprar en el camino)
- Si quieres ducharte será complicado pues las condiciones en las que viven las comunidades son diferentes. Por lo que te sugiero llevar toallas húmedas, y por si acaso, jabón y shampoo.
¿LO RECOMIENDO?
Sí, es una experiencia alejada de lo que cualquier viajero podría esperar. Myanmar sigue siendo un misterio para muchos pero poco a poco comienza a abrirse al turismo y el trek es un viaje que te conecta de una manera auténtica con la esencia del país. No requiere de tener gran condición física, pero si no te sientes capaz de hacerlo haz el de 1 noche.
MI EXPERIENCIA EN EL TREKKING
Aunque había visto algunos videos acerca de la caminata estar ahí es totalmente diferente. El trek, enfocado a conectar más de cerca con la naturaleza y las comunidades, también te permite conocer otros viajeros y esto hace de tu experiencia algo mucho más enriquecedor. A mí me tocó compartir camino con un par de españoles y un ingles, que después al llegar a Lago Inle seguimos viajando juntos y esto nos permitió compartir gastos.
Yo elegí la opción de 3 días 2 noches, ya que mi interés por abarcar y conocer más de la cultura birmana era muchísimo.
El primer día la guía se encargó de explicarnos el itinerario que íbamos a seguir los tres días y de hacernos sentir en confianza si alguna duda o pregunta surgía en el camino.
El primer día, a mi gusto, fue el más pesado. Tuvimos que caminar cerca de 10 km para llegar al lugar donde pasaríamos la noche, el problema fue que la mayoría del camino era en subida y aunque no se necesita tener una gran condición para hacer la caminata, si se requiere de un poco de esfuerzo, pero sobre todo de voluntad.
A lo largo del camino fuimos haciendo varias paradas para comprar provisiones, descansar y compartir algunos momentos con la gente que encontrábamos a nuestro paso. Más o menos al medio día llegamos a una casa que ya nos tenía preparado nuestro almuerzo. Después del manjar que nos sirvieron pudimos platicar con ellos, aunque no hablan casi nada de inglés, nuestra guía nos ayudó a comunicarnos.
Por la noche encendimos una fogata y tuvimos una pequeña convivencia con nuestros “hosts”. Una de las noches más estrelladas que he visto.
El día comenzó cerca de las 6 de la mañana con un desayuno exquisito preparado especialmente por nuestra guía a petición nuestra. Los días durante el trek son más largo, pues hay que aprovechar desde el primer rayo de luz para llegar al siguiente destino. Así que el segundo día fue más ameno porque los paisajes eran mucho más vistosos y los caminos eran en superficie plana. Cruzamos algunos campos de chile, pequeños pimientos que solamente nacen algunas épocas del año, y nuestra guía nos dio a probar algunos. Durante el trayecto encontramos otros grupos de viajeros que también hacían el trek, lo que nos permitió juntarnos más tarde para ver el atardecer en una colina con un par de cervezas. Esa noche tuvimos la fortuna de pasar la noche en un templo budista, la experiencia es inolvidable.
El último día también comenzó muy temprano pero el trayecto fue muy corto, a diferencia de los otros días, pues ya nos encontrábamos muy cerca del lago. La caminata fue un poco complicada, prácticamente todo el camino es de bajada y hay partes que no es tan fácil de pasar.
Después de unas 4 horas por fin llegamos al embarcadero, donde ya nos estaba esperando nuestro bote listo para llevarnos a nuestros respectivos hoteles.